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jueves, 31 de octubre de 2013

Emprendedores no, gracias.



Juan Fco. Martín.
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El año pasado viví en mi propia familia la tristeza del cierre de un negocio, por causa de la maldita crisis que nos asola, iniciado apenas 10 meses antes con mucha ilusión, dedicación y esfuerzo.

Negocio para el que se habían solicitado diversas subvenciones y ayudas, previstas para apoyar al sostenimiento del mismo durante la etapa de arranque y estabilización. No salía de mi asombro cuando al interesarme por el asunto, escuchaba mes tras mes que no llegaban por falta de disponibilidad presupuestaria y que aún estaban por abonarse las solicitudes del año anterior.

Desconozco si dichas ayudas hubiesen supuesto una diferencia significativa en la pervivencia o en la agonía del negocio. Lo cierto es que nunca llegaron, a pesar de estar contempladas en la normativa de fomento de la creación de actividad empresarial y de puestos de trabajo.

Esta semana hemos conocido que la facilidad para la actividad empresarial en España cae ocho puestos en un solo año, del 44 al 52, según el informe Doing Businessque elabora el Banco Mundial y que clasifica a 189 países por sus ventajas para la actividad empresarial.

Nuestro país ocupa puestos de pena en el referido ranking en aspectos tales como facilitar la apertura de empresas (136º), protección de los inversores (100º) o facilitar el acceso a la electricidad (70º). Resulta que crear una empresa en España es más difícil que en Zambia, por poner un ejemplo.Ahí es nada.

La puesta en marcha de una empresa en España requiere un promedio de 23 días y múltiples trámites ante diversas instancias. A más a más, un empresario andaluz ha tenido que realizar todo tipo de gestiones durante tres años y gastar 10.000 euros en licencias varias, tras invertir 500.000, para abrir una bodega y almazara ecológica, con la consiguiente creación de puestos de trabajo y dinamización de la economía local que ello conlleva.

Es tal la situación, que ya el el Fondo Monetario Internacional recomendó en su último informe anual sobre España que el Gobierno se pusiera como objetivo articular reformas para situarse entre los 10 primeros puestos de las clasificaciones sobre competitividad y facilidades para hacer negocios.

Dejémonos de bonitas palabras grandilocuentes, de poner palos en las ruedas y pasemos a la acción facilitando recursos que realmente fomenten la reactivación económica y la generación de puestos de trabajoQue la recién aprobada Ley de Emprendedores suponga un estímulo real y que fluya el crédito en condiciones razonables y accesibles.

 Alfombra roja para las personas valientes que se atreven a dar el salto al emprendimiento en medio de esta complicada situación económico-laboral, arriesgando su patrimonio y haciendo frente a tan duras adversidades.



Gracias por compartir y que tengas un excelente día.

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