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miércoles, 16 de octubre de 2013

Loa a los emprendedores.


'Expertos en personas' Juan Fco. Martín.


Albert Bosch es un emprendedor nato. Entre sus hazañas deportivas cuenta con la participación en seis ediciones del rally Paris-Dakar, realizar la ruta de los ocho mil y haber llegado caminando en solitario al Polo Sur. Irradia seguridad en sus objetivos y confianza en sus capacidades.

El espíritu emprendedor se materializa en múltiples formas, no necesariamente tan espectaculares. No hace tanto tiempo que no disponíamos de GPS ni Internet (increíble, ¿verdad?). Hacer un viaje por carretera era una auténtica aventura, auxiliada tan sólo por un libro de mapas. La comida y el alojamiento se resolvían sobre la marcha, particularmente en poblaciones menores donde las grandes cadenas hoteleras no tenían presencia. Imposible imaginar consultar los comentarios y recomendaciones de viajeros anteriores.



Las carreteras distaban mucho de las modernas autopistas de peaje o de la red de autovías nacionales nacidas al amparo de las ayudas de la Unión Europea, donde ingresamos en 1986. Y respecto a los coches, no ya ABS, ESP, navegador, inyección directa, turbo o 16 válvulas. Ni siquiera, aire acondicionado o dirección asistida.

En estas condiciones inimaginables, cada verano mis padres viajaban por la Península (Ibérica) con sus seis hijos en aquel flamante (porque era el nuestro) Ford Taunus. Ingente labor la suya, atendiéndonos y gestionando el viaje día a día, averías técnicas, enfermedades infantiles o pequeños accidentes incluidos.

La vida es puro emprendimiento en cualquiera de sus facetas. En cada uno de nosotros hay un emprendedor en potencia, según para qué. Hay quienes escogen minimizar riesgos y decisiones, y quienes deciden, o no les queda otra, involucrarse en proyectos personales y profesionales de mayor alcance.

Este espíritu emprendedor me merece máximo respeto y admiración. Requiere compromiso, valor, tenacidad, determinación, resistencia, decisión, afrontamiento de adversidades, templanza, perspectiva, visión... En definitiva, es una actitud, una convicción y un repertorio de comportamientos consecuentes con un objetivo.

Está en nosotros fomentarlo y conducirlo hábilmente en medio de incertidumbres y dificultades. No es tarea fácil, ni siempre exitosa, pero marca la diferencia entre el nunca me atreví y el allí estuve yo.



Gracias por compartir y que tengas un excelente día.

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