En una interesante conferencia sobre emprendimiento, Eugenio Ibárzabal desgranaba el binomio tocar-gustar. No se trata del nombre de un juego infantil o de una versión de "Truco-Trato", sino del principio fundamental que subyace en el proceso responsable de toma de decisiones.
En la niñez, el motor del comportamiento radica en las pulsiones del momento, guiadas por el mero hedonismo. El proceso de socialización, las normas establecidas y la progresiva conciencia de las consecuencias de la propia conducta, conforman progresivamente el paso a la madurez y a la responsabilidad.
Esta responsabilidad es la clave del referido binomio tocar-gustar. Hacer lo que toca, si nos agrada, es estupendo. No hacer lo que no toca, pero tampoco nos agrada, miel sobre hojuelas. Sin embargo, el conflicto surge cuando hay que hacer algo que no nos gusta o hacemos lo que nos gusta pero no toca.
Toca
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No toca
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Gusta
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✔
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✘
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No gusta
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✘
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✔
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✘ Conflicto
✔ Ausencia de conflicto
En el mundo profesional también se da este conflicto, con serias repercusiones para la empresa cuando no se gestiona adecuadamente. La tendencia, consciente o no, a hacer lo que nos gusta y posponer lo que no nos apetece, puede poner en peligro la consecución de los objetivos estratégicos, si no se presta atención a lo que se debe hacer.
Abandonar los remos en una regata desdibuja las posibilidades de éxito, a la vez que perjudica al resto del equipo. No es de recibo. Refugiarnos en realizar actividades que no aportan valor por el mero hecho de resultar cómodas, o no afrontar lo que debemos porque resulta desagradable, es igualmente perjudicial.
Es fundamental estar atentos a esta peculiar brújula Tocar-Gustar, que nos mantiene en el rumbo correcto, evitando desviaciones de nuestras responsabilidades y objetivos. Por ello, retomando la reflexión de Ibarzábal, haz lo que toca, aunque no te guste.
Gracias por compartir y que tengas un excelente día.
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