lunes, 28 de octubre de 2013
¿Qué pasa con tu lunes?
Juan Fco. Martín.
Quizás las dos frases que más escucho al comenzar la jornada en el trabajo son "de lunes" o "de viernes". Sobran las palabras, nos entendemos... Es más, parece tratarse de un tópico que traspasa nuestras fronteras.
No hay duda de que el viernes (para quienes tenemos la fortuna de finalizar la semana laboral ese día) es fabuloso. Ante nosotros se atisba un largo y prometedor fin de semana lleno de posibilidades para dedicar al ocio, a desconectar o a nuestras aficiones. Ya lo cantaban The Cure en Friday I'm in love.
Pero, ¿qué pasa con los lunes? Todos los testimonios apuntan a que constituyen la encarnación del mal, una certeza clara de pesadumbre y dura cuesta arriba porque se acaba lo bueno, tal como proclamaban The Boomtown Rats en su célebre canción I don't like Mondays.
Para superar este estado de abatimiento generalizado provocado por los lunes, un artículo de Raquel Martín, publicado en Forbes Magazine, nos ofrece diversas fórmulas: prepararse desde el día anterior, disfrutar el desayuno, de la compañía de los compañeros/as, ser conscientes de que tenemos trabajo, de que falta menos para el fin de semana o de que podemos tener nuestra recompensa al terminar la jornada.
Pero, ¿de qué madera estamos hechos? ¿Acaso es incompatible la satisfacción que nos proporcionan las actividades fuera del trabajo con las que realizamos en él? Subo la apuesta y me niego rotundamente a pensar en clave de lunes. El lunes es un día estupendo, tan bueno como cualquier otro, lleno de promesas y de inesperadas satisfacciones. Tenemos la oportunidad de compartir tiempo y trabajo con nuestros compañeros/as, clientes y proveedores. Podemos hacer interesantes y enriquecedores contactos y podemos poner en práctica nuestras habilidades para gestionar exitosamente las situaciones que se vayan presentando.
El lunes, como el resto de la semana, supone un magnífico reto que estimula nuestra capacidad para resolver complicaciones, cerrar negocios, ofrecer soluciones de calidad a nuestros clientes, trabajar en equipo y sentirnos realmente satisfechos con nuestro talento y nivel de desempeño laboral.
No hablo de grandes logros para la humanidad o de hazañas imposibles. Cada uno, en su propia responsabilidad, puede realizar un gran trabajo, ayudar a otros/as, aportar soluciones a su empresa, hacer las cosas con seriedad y comprometidos con nuestros objetivos, a la vez que disfrutar con todo ello.
Coincido plenamente con Serrat en que Hoy puede ser un gran día y te deseo que disfrutes de un estupendo lunes
Gracias por compartir y que tengas un excelente día.
Etiquetas:
desarrollo profesional,
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