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lunes, 7 de octubre de 2013

Domingo para todos, por favor.


Juan Fco. Martín.

El domingo amaneció radiante, despejado y con una agradable temperatura de principios de otoño, así que aproveché para dar una vuelta por el centro.

Las zonas peatonales, rebosantes de actividad comercial durante la semana, se convierten en plácido paseo los festivos. Parejas, grupos de adolescentes, familias, niños jugando, jubilados, ciclistas, patinadores, toman la ciudad, disfrutando sus calles, plazas y parques.

Observar y participar en esta actividad compartida transmite sensación de tranquilidad, armonía, unidad y bienestar. Relajamos la tensión, percibiendo la suavidad de los rayos de sol, la leve brisa y la alegría contagiosa de este ambiente común en un día de descanso laboral y escolar.



¿Descanso laboral y escolar? Me pregunté cómo serían  los domingos de los millones de personas que no tienen trabajo en España y de los casi dos millones de hogares que no perciben siquiera prestaciones por desempleo. ¿Sería un día diferente, también de solaz, y disfrutarían de las mismas sensaciones? ¿Cómo pasan este día las familias cuyos hijos acuden gratuitamente a los comedores escolares por falta de recursos?

Me pregunté por los miles de millones de personas que subsisten por debajo del nivel de la pobreza en todo el mundo, personas desnutridas hasta la inanición, niños explotados laboral y sexualmente, mujeres que son intercambiadas por ganado, las víctimas de guerras civiles y de guerras interesadas, los mendigos sin techo... ¿Sabrán acaso lo que es un domingo como el que aquí describo?

Me pregunté por las autoridades y organismos, locales, nacionales e internacionales. ¿Qué hacen realmente para poner remedio a estas situaciones de injusticia, sufrimiento y auténtico drama humano? ¿Qué clase de juego perverso es el mundo en que vivimos, donde se celebran conferencias de paz, se pronuncian mensajes grandilocuentes y los únicos resultados que vemos son, a pequeña escala, los de las ONGs comprometidas y solidarias?

¿En qué piensan nuestros políticos y dirigentes para mantener, perpetuar, el sinsentido en qué vivimos? O el mundo se ha vuelto loco o lo estoy viendo al revés. Por favor, que alguien me despierte de esta pesadilla.

Hoy se celebra el día del Trabajo Digno. Imagino si todos tuviésemos acceso a un trabajo digno que nos permitiese una vida normal, integrarnos socialmente, participar en nuestra comunidad, tener sueños y aspiraciones. Imagino dejar un legado de esperanza y oportunidades a las próximas generaciones. Imagino generar riqueza y garantizar pensiones y servicios sociales gracias a las aportaciones al sistema de los jóvenes que ahora no tienen trabajo.

 Imagino que llegue el día, más pronto que tarde, en que cualquier domingo sea un domingo cualquiera para todos.



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