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lunes, 25 de noviembre de 2013

El valor añadido de la formación on line.


Avatars Clip Art

Juan Fco. Martín.

Con ocasión de tutorizar un curso sobre técnicas de escritura eficaz aplicadas al ámbito laboral, una vez más constato con admiración el poder de la motivación para aprender y mejorar.

Desde el primer momento, los participantes se mostraron muy comprometidos en el seguimiento de las lecciones y actividades prácticas, lo que se evidenció en su progresión y calidad de los resultados. No sólo eso, el nivel de sus intervenciones y reflexiones compartidas demostró análisis crítico e interés por la aplicación práctica de los contenidos al puesto de trabajo.

El aprendizaje adulto se caracteriza, fundamentalmente, por la motivación, que constituye el motor que mantiene el esfuerzo necesario para alcanzar la meta. Esta motivación puede estar relacionada con aspectos de necesidad de reciclaje profesional, requisitos legales, posibles mejoras laborales u otros.


No obstante, el aprendizaje formal de los adultos es complicado, habida cuenta de las responsabilidades y los diversos requerimientos a que estamos sujetos. No siempre es fácil encontrar tiempo, ánimo o fuerzas para afrontar un proceso formativo.

A este respecto, la formación on line se manifiesta como una eficaz herramienta de capacitación, permitiendo conciliar las necesidades de cualificación con la propia disponibilidad personal, y significándose por la flexibilidad de horarios y el ritmo de aprendizaje individualizado.

Una formación bien diseñada es realmente eficaz en la adquisición/actualización de competencias profesionales. Para ello, debe contar con contenidos de valor y pedagógicos, un cuidado conjunto de recursos de apoyo y, sobre todo, interacciones de calidad, tanto en la acción tutorial como en las aportaciones de los participantes.

La tutoría ha de guiar, orientar, atender dudas y, esencialmente, motivar y dinamizar, fomentando la participación y el debate. La interactividad de la formación on line enriquece singularmente el aprendizaje, superando la mera adquisición de conocimientos. Compartir y contrastar opiniones, experiencias, análisis y la pluralidad de los participantes genera conocimiento vivo, multiplicando los resultados finales.

Obviamente, la formación on line no es la panacea. Según qué materias será más o menos adecuada. La adquisición de habilidades requiere la práctica de las mismas en contextos reales o simulados (ej. aprender a conducir), aunque sigue siendo un excelente recurso para determinadas partes de este proceso (ej. test psicotécnicos, vídeos, contenidos teóricos...).

Cualquier empresa que se precie, debe apoyar, más aún, impulsar, la formación y actualización permanente de su plantilla. Las organizaciones que aprenden generan espirales ascendentes de conocimiento compartido y mejora continua, con el consiguiente aumento de la satisfacción de las personas y de la competitividad y diferenciación en el mercado. Sin ninguna duda, la formación on line contribuirá decididamente a la consecución de estos objetivos.



Si te ha gustado, comparte y que tengas un estupendo día.

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