Juan Fco. Martín.
Con ocasión de tutorizar un curso sobre técnicas de escritura eficaz aplicadas al ámbito laboral, una vez más constato con admiración el poder de la motivación para aprender y mejorar.
Desde el primer momento, los participantes se mostraron muy comprometidos en el seguimiento de las lecciones y actividades prácticas, lo que se evidenció en su progresión y calidad de los resultados. No sólo eso, el nivel de sus intervenciones y reflexiones compartidas demostró análisis crítico e interés por la aplicación práctica de los contenidos al puesto de trabajo.
El aprendizaje adulto se caracteriza, fundamentalmente, por la motivación, que constituye el motor que mantiene el esfuerzo necesario para alcanzar la meta. Esta motivación puede estar relacionada con aspectos de necesidad de reciclaje profesional, requisitos legales, posibles mejoras laborales u otros.