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miércoles, 11 de septiembre de 2013

Es momento para la formación

Muchas son las reflexiones que se han escrito sobre las consecuencias del nivel de formación en la vida profesional, y personal. Es más, la educación de la ciudadanía es una cuestión de Estado, dada su trascendencia e impacto directo en el crecimiento y riqueza del país.

Asempleo, la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal, haciéndose eco de la revista Staff Empresarial, publica que los desempleados cualificados tienen aproximadamente el doble de probabilidades de encontrar empleo (13,3%) que los desempleados sin cualificación (7,1%).



También un estudio de Asempleo refleja que "el absentismo es habitualmente mayor cuanto menor es el nivel de formación del trabajador. Mientras que el 5,5% de los que poseen estudios bajos no acudieron a su puesto de trabajo en algún momento del segundo trimestre de 2013, sólo un 3,4% de los que poseen estudios superiores lo hicieron".

Es manifiesto y reconocido que, cuanto mayor nivel de cualificación, mayor competitividad profesionalmejores expectativas en términos económicos y de carrera laboral y mayor valor de la empresa. Incluso, satisfacción y motivación en el trabajo se incrementan en cuanto a niveles retributivos, desarrollo profesional y cumplimiento de objetivos laborales y de metas vitales.

Las Tecnologías de la Información, la mejora de las comunicaciones, la interconexión global, el conocimiento compartido..., ponen a nuestro alcance cada vez mayores oportunidades y recursos para adquirir nuevos y valiosos conocimientos, que nos ayudarán a ascender en la espiral del aprendizaje y mejora continua.

Más que nunca, en épocas de crisis es momento de aprovechar estas oportunidades ante la creciente exigencia de los tiempos, los continuos retos del cambio permanente y la incertidumbre de los escenarios que vivimos, que nos requieren armarnos de herramientas eficaces para alcanzar el éxito en el desempeño de nuestras responsabilidades.

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