Aunque pueda ser justificada, despedir colaboradores siempre es una solución traumática. No obstante, además de los despidos causados por factores económicos,
organizativos, coyunturales o por desajustes personales, el lado oscuro de la empresa oculta despidos injustos motivados por negligencias cometidas desde
la misma organización.
Son muchas, demasiadas, las personas que se han visto
cesadas o, en el mejor de los casos, removidas (descendidas en el escalafón)
por errores de la empresa, dejando al margen las decisiones arbitrarias, que también las hay. Destacan dos tipos de casos demasiado frecuentes:
- Deficiente selección. El departamento/persona responsable de “fichar” a las nuevas incorporaciones yerra en el análisis de las candidaturas y en la decisión de selección. Por motivos diversos (características personales incompatibles, insuficiente o deficiente información en el proceso selectivo, cambios en las condiciones pactadas…) las decisiones tomadas se revelan erróneas, con importantes consecuencias negativas para ambas partes. Las deficiencias en el proceso de selección tienen gran trascendencia y alto impacto en diversos aspectos: económicos, inversión de tiempo y recursos, resultados empresariales, consecución de objetivos, daño personal y familiar, motivación y clima laboral… Lejos de ser una cuestión baladí, se trata de un delicado proceso que requiere ser desarrollado por profesionales que maximicen las probabilidades de acierto. Lamentablemente, casi cualquiera se apunta al realizar tan cualificada labor sin la menor capacitación para ello.
- Insuficiente apoyo. En muchas ocasiones, la empresa no aporta los recursos suficientes para el adecuado desempeño del puesto. No sólo recursos humanos, materiales o económicos, como equipamiento, herramientas, presupuesto o personas que propicien la consecución de los objetivos. Igualmente importantes son aspectos como el asesoramiento y apoyo desde la dirección o, incluso, la formación requerida para el correcto ejercicio de la función. Son muchos los fichajes estrellas que terminan estrellados por carecer de los medios o el soporte necesario. Un caso típico lo forman las personas ascendidas por su excelencia como profesionales, pero que no reciben la formación o los medios precisos, y acaban frustrados o despedidos sin ser directamente responsables del fracaso.
Gracias por compartir y que tengas un estupendo día.
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