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domingo, 22 de diciembre de 2013

Una lección magistral.

Juan Fco. Martín.

En una reciente visita hospitalaria, coincidí con un matrimonio joven, por debajo de los 30, con el que compartí los temas de rigor en este tipo de contextos: motivos de la visita, salud de los enfermos, tiempo de permanencia en el hospital...

Se trataba de una pareja muy simpática y extrovertida, cuya naturalidad y tranquilidad al hablar de la discapacidad y graves afecciones padecidas en sus familias me sorprendió. Es más, me impresionó el despliegue que exhibieron de vitalidad, buen humor, excelente ánimo y convicción en los aspectos positivos de la vida, sin apartarse del realismo y gravedad de la situación.

Salvando todo tipo de paralelismos, en el entorno empresarial nos referimos al valor de la actitud positiva, eso que las campañas de marketing nos venden como pensar en verde o actitud azul. Se trata de tomar conciencia y poner en la práctica el pensamiento positivo en la evaluación y gestión de las circunstancias cotidianas, tanto favorables como adversas o, por mejor decir,  imprevistas o diferentes de las rutinas.

Está plenamente acreditada y documentada la influencia de la percepción y motivación en nuestras acciones y su resultado. Cualquier aspecto de la vida tiene múltiples aristas y enfoques, por lo que todo depende del que apliquemos para hacer un diagnóstico veraz y decidir la mejor estrategia de actuación. Puesto que estos enfoques pueden ir desde el optimismo extremo hasta el catastrofismo, para ser eficaces, el punto de referencia debe estar anclado a la realidad y a la viabilidad de las decisiones adoptadas.

Con absoluta seguridad y certeza, el pensamiento positivo y la motivación para encontrar soluciones a las situaciones cotidianas, son poderosas palancas de cambio que predisponen y facilitan en la consecución del éxito. Quienes están convencidos de que las cosas pueden mejorar y resolverse satisfactoriamente, promoverán y encauzarán su actividad en ese sentido, dándose a sí mismos y a los demás reconfortantes mensajes de ánimo y superación.

Adicionalmente, la actitud positiva facilita las relaciones interpersonales, tornando el contexto laboral en ameno y agradable, y reforzando el sentimiento de bienestar en el trabajo. Ello genera una espiral contagiosa de buen ambiente y compañerismo, proyectada en la atención al cliente, añadiendo gran valor al modelo de negocio. Estos aspectos intangibles influyen y, en muchas ocasiones, son definitivos en la percepción y decisión de compra, además de su crucial importancia en el llamado "boca a boca".

Bien es cierto que la vida no deja de sorprendernos y, a poco que nos lo propongamos, nos proporciona a diario nuevas oportunidades de aprendizaje. Mi sincera gratitud a Cefe, compañero de habitación de mi familiar, y a su esposa Raquel, por tan ejemplar lección de entereza, espíritu de lucha y optimismo, sobreponiéndose a la grave enfermedad que les ha cambiado la vida, y deseándoles lo mejor.



Gracias por compartir y que disfrutes de un estupendo día.

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