En 2008, la campaña electoral de Barak Obama se fundamentó
en el archiconocido slogan “Yes, we can”.
Sencillo, de gran poder fonético y mayor impacto mediático. Tal es así que ha irradiado
a la esfera cotidiana convirtiéndose en un
símbolo de seguridad y confianza en la capacidad propia.
Recientemente, con el mismo propósito y convicción, hemos
escuchado “si se quiere y se trabaja, se puede”, dicho desde la humildad y el
esfuerzo, y demostrado con resultados contundentes. Son las palabras de
Diego Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, al ganar la competida liga de fútbol española, tras un disputado mano a mano con el todopoderoso Barcelona, a pesar de la abismal diferencia de presupuesto y plantilla.
Diego Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, al ganar la competida liga de fútbol española, tras un disputado mano a mano con el todopoderoso Barcelona, a pesar de la abismal diferencia de presupuesto y plantilla.
Finalmente, no pudieron hacerse con la ansiada copa de la Champions, en su segunda
oportunidad, 40 años después de la primera. A dos minutos del final, el Real
Madrid desbarató el sueño, empatando y forzando la prórroga en la que impuso su
aplastante superioridad. Probablemente, el resultado hizo justicia a los méritos
demostrados por cada equipo, aunque el marcador fuese totalmente injusto. ¿Qué
ocurrió para producirse semejante vuelco de los acontecimientos?