Procedente de la mecánica, la capacidad de un material elástico para absorber y almacenar energía de deformación, se hizo extensiva a la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas.
Técnicamente, se trata de la habilidad para manejar el estrés y responder satisfactoriamente a momentos dificultosos, hacerles frente y superarlos de forma positiva. De la misma forma que un patito de goma recupera su forma original al comprimirlo, la resiliencia nos ayuda a superar y recuperarnos al sufrir una tragedia o un trauma.